La cultura del calzador

Que te digan, o muestren las cosas una vez, ya no vale. Ahora tienen que ser miles de veces. Nunca terminaré de entender qué se busca con este bombardeo constante de las mismas cosas.

Uno de los ejemplos más claros es cómo se ha instalado en el ideario popular “la batalla contra el cancer”, que por otra parte me tiene bastante frito. Que no os líen, el cáncer no es una batalla, es una enfermedad, además de una putada muy grande para el que la sufre y para el que está cerca de la persona convaleciente. Siendo ya una circunstancia bastante dura, imagínate tener cada diez minutos a un presentador de medio pelo hablando de “la lucha contra el cáncer”. Insoportable.

Sostenibilidad. Algo que en principio todo el mundo debería adoptar se está convirtiendo en algo que genera bastante rechazo en ciertos sectores. En parte de ellos entiendo que la razón es el bajo nivel intelectual. En la otra parte entiendo que es gente bastante hastiada de escuchar este término cada cuarto de hora de sus vidas en prensa, televisión, radio e internet. Explícale a alguien qué es la sostenibilidad y tal vez la abrace. Explícaselo cien veces y además como si fuera retrasado mental y crearás rechazo.

¿Qué hay del barco del deporte femenino a punto de estallar? Todas las marcas habidas y por haber, ahora no es que estén con el deporte femenino, es que “muestran su firme compromiso con la integración de la mujer en el deporte”

Quiero ser bastante claro en esto. Me gusta el deporte, me gusta el deporte femenino, y me toca los cojones la cantidad de gente más falsa que una pelea de los Power Rangers. No han visto deporte femenino en su vida, no lo verán, pero suena guay, así que a tope con ello. Cuando sea la semifinal del mundial de baloncesto femenino, pues nos ponemos a ver trapos en Vinted para no aburrirnos mucho... no hay problema. Ya leeremos el resultado por Internet y tuiteramos “Estas son nuestras campeonas”

Y bueno, os diría aquello de meter las aplicaciones con calzador, pero de eso trataba la última mierda que escribí.

En definitiva además de resultar bastante molesto, nunca comprenderé el sentido de esta práctica. ¿Realmente hay gente que compra cosas porque se lo anuncian 1000 veces en vez de 500?

Si de verdad esta forma de anunciarse y de repetir mantras surte efecto en la gente, estoy seguro de que el problema no es meter con calzador las cosas. Es la gente que se deja rellenar de mierda por la retaguardia.

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